Armadillo gigante o tatú
carreta (Priodontes maximus)
El tatú carreta o armadillo gigante (Priodontes maximus) está
en situación vulnerable ya
que, aunque tiene una población aparentemente generalizada, se le estima una
disminución de su población debido a la pérdida de hábitat y a la caza como
viene siendo habitual. En 24 años (tres generaciones para estos armadillos) ha
desaparecido el 30 % de la población. Esta situación no se conoce de manera
reciente, ya que desde 1982 se le considera vulnerable, situación que parece no
mejorar a pesar de su conocimiento.
POBLACIÓN
Parecen ser raros por naturaleza teniendo en cuenta que durante más de dos
décadas se les ha considerado en situación vulnerable. Además parecen contar
también de manera natural con una distribución parcheada o irregular.
Estudios en Surinam durante un periodo de tiempo tan largo como el de 18 años
indica que solo hay 7 individuos en 650 km cuadrados (Chebez 1994).
Pero aunque sean raros de manera normal, esto no quita que según estudios como
los de Nowak (1999) la población haya tenido un descenso de al menos un 50 % en
la última década. Para que nos hagamos una idea, en 1954 se contaban tres
ejemplares en un área de 16.7 km2 en Espíritu Santo, Brasil, cifra difícil de
igualar actualmente. En 2004 la densidad se estimó entre 5,77 y 6,28 por cada
100 km2 usando cámaras de trampeo, una cifra sin duda mucho más pequeña.
CARACTERÍSTICAS
Tiene numerosísimos nombres como son Tatú Carreta (Argentina, Paraguay);
Pejichi (Bolivia); Tatú Canastra, Tatú-açu (Brasil); Yungunturu, Carachupa
Mamán (Perú); Tatú Gigante (Ecuador); Reuzengordeldier, Granmankapasi
(Surinam); Tatú-guazú (Guatemala).
Si se llama armadillo gigante es por qué es la especie de armadillo más grande
que existe actualmente. Mide entre 75 y 100 cm, pudiendo medir la cola hasta 50
cm. Pesan hasta 60 kg en cautividad, y en su medio natural se tienen datos de
entre 18,7 y 32,3 kg.
La coloración es marrón oscuro excepto en la cabeza, la cola y las zonas
marginales del caparazón que posee una coloración blanquecina. El cuerpo
desnudo es rosado. El caparazón del tatú carreta presenta hasta 12 bandas
móviles bien definidas.
Su cuerpo es voluminoso con las patas cortas, y su caparazón es muy flexible y
es oscuro, con numerosas placas ordenadas en filas transversales que cubren
también la cola para protegerlo frente a los depredadores. La cola y las patas
tienen escamas duras pentagonales, y la cabeza es cónica. (La cabeza es pequeña
y las orejas se encuentran bien separadas con placas de la armadura entre
ellas).
Las uñas son grandes y robustas principalmente en las patas delanteras. De
entre las uñas, tienen una típica garra central más grande, al igual que el oso hormiguero gigante (Myrmecophaga
tridactyla), que mide hasta 20,3 cm y que le ayuda a excavar las
madrigueras en el suelo.
Pese a su aspecto rígido, es un animal bastante ágil, de veloz carrera y buen
cavador.
La hembra tiene dos mamas.
Además se salen de la norma de los mamíferos, ya que pueden tener hasta 100
dientes que va perdiendo con la edad. Aun así esta no es una amenaza, ya que su
mordisco es muy débil en proporción a su cráneo y tamaño.
Carecen de pelos a diferencia de otros armadillos.
Son estrictamente nocturnos y con hábitos subterráneos y son animales
solitarios que solo se juntan en la época de apareamiento.
Se piensa que pueden vivir entre 12 y 15 años.
Son capaces de mantener el equilibrio sobre sus patas traseras apoyándose en la
cola, lo que les permite alcanzar los altos montículos de termitas, y amenazar
a depredadores.
Además son buenos nadadores.
Su sentido más desarrollado es el olfato.
El armadillo gigante usa su enorme peso para cavar en suelo firme sus
madrigueras, normalmente en praderas o zonas abiertas de los bosques: Se
balancea hacia atrás sobre sus desmesuradas patas traseras y luego lanza
violentamente hacia adelante la cabeza y porción delantera con las ganas
extendidas como si estuviera zambulléndose, embistiendo con todo su peso el
agujero. Luego se balancea hacia atrás, rastrillando la tierra aflojada de las
patas delanteras hacia las traseras, las cuales la patean simultáneamente
detrás del cuerpo.
Las cuevas, usualmente excavadas en un termitero plano, tienen una entrada de
45 cm de ancho por 30 cm de alto.
El tiempo para contar una generación se desconoce, pero se calcula que está
entre 6 y 10 años.